¿Qué significa, desde un corazón que atesora los valores de siempre, lanzarse al torbellino de la política mexicana en 2025, cuando las puertas parecen cerrarse con cerrojo y la aplanadora de Morena empuja a los partidos tradicionales a una lucha desesperada por la supervivencia?
Me lo pregunto, mientras miro a tres asociaciones que, con el visto bueno del INE, han dado el primer paso para convertirse en partidos políticos nacionales: Somos México, México Republicano, Movimiento Viva México. Cada una, a su manera, busca abrir una puerta en un México donde la fe, la familia, la tradición, se ven arrinconadas, Somos México ya convoca asambleas, México Republicano y Movimiento Viva México tejen redes de afiliaciones pero, en un paisaje donde PRI y PAN pelean por no correr la misma suerte que el PRD que perdió su registro nacional en 2024, ¿estamos listos para las puertas que se cierran, las que podrían abrirse con esfuerzo? Y si todo se cierra, ¿podremos abrirlas por la fuerza, para pelear por un lugar en la política nacional?
Desde mi rincón conservador, veo un México donde los principios que nos han dado raíz—familia, fe, orden—luchan contra un sistema dominado por una fuerza que parece imparable, Morena, con su maquinaria, su narrativa de transformación, ha dejado al PRI y PAN en una batalla por sobrevivir, no por liderar, el PRD, que alguna vez fue un pilar, se desvaneció tras no alcanzar los votos necesarios en 2024, una advertencia cruda de lo que los partido de siempre podrían enfrentar, en este escenario, Somos México, con su figuras como Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, abre una puerta para una oposición ciudadana, plural, firme, que defienda la democracia, las instituciones, sin repetir los vicios de antaño, su estrategia es directa: asambleas distritales, plazas llenas de diálogo, usando la app del INE para forjar una base que resuene con un México que anhela libertades sólidas, pero las puertas se cierran: la desconfianza de un pueblo agotado, las críticas que los tachan de reciclaje de políticos gastados, la sombra de Morena, que acapara el escenario, dificultan cada paso.
México Republicano, liderado por Juan Iván Peña Neder abre otra puerta, pero su mirada está fija en Estados Unidos, su conservadurismo, que defiende la seguridad, la familia, un México orgulloso, se inspira casi exclusivamente en la derecha republicana y figuras como Donald Trump, su estrategia de afiliaciones, a través de redes sociales, eventos locales, busca corazones con un discurso que rechaza afiliados del PRI, manteniendo una identidad militante, pero esta obsesión por el norte, como si México fuera un reflejo del sueño americano cierra puertas: su pasado, ligado a controversias como Redes Sociales Progresistas pesa, su enfoque foráneo genera resistencia, en un país donde Morena capitaliza el orgullo nacional, ¿Puede un movimiento tan volcado al norte, hablarle al corazón de México?
Movimiento Viva México, liderado por José Mireles Verástegui, primo de Eduardo Verástegui es un grito de “Dios, patria, familia, libertad”, enfocados en afiliaciones, aprovechan la figura de Verástegui—actor, empresario, figura pública internacional—para movilizar a través de redes sociales, eventos virtuales que encienden pasiones, defendiendo posturas contra el aborto, el matrimonio igualitario, bajo el liderazgo de Mireles, su estrategia es usar el carisma de Verástegui para conectar con sectores ultraconservadores, pero el desánimo crece: los seguidores reclaman su ausencia en México, viéndolo lejano, más presente en eventos como la toma de posesión de Trump, el funeral del Papa Francisco o las conferencias CPAC que en nuestras calles, esta distancia, sumada a posibles controversias cierra puertas, el INE vigila, Morena domina, ¿Cómo avivar un movimiento, cuando su rostro más visible está tan lejos?
Pienso en las puertas que se cierran para estas asociaciones, aunque no enfrentan la lucha por la supervivencia de PRI, PAN, con el PRD como advertencia, el sistema, con Morena al frente, es un muro, la gente, herida por promesas rotas, duda antes de abrir su corazón, cada asamblea que no se logra, cada afiliación rechazada, es un portazo, recuerdo intentos, como México Libre, que quiso abrir un espacio conservador y se estrelló, ¿y si cada puerta cerrada abre otra? Somos México teje comunidades, México Republicano aunque mire al norte, busca una derecha sin miedo, Movimiento Viva México, con Mireles al mando, Verástegui como estandarte, llama a los que creen en un México de valores, pese al desánimo, en un paisaje donde los tradicionales temen desvanecerse, estas asociaciones buscan un resquicio, para existir.
Y si todo se cierra, si las asambleas no bastan, las afiliaciones no alcanzan, Morena nos deja fuera, ¿qué nos queda?, no nos rendiremos, abriremos las puertas por la fuerza, con la convicción de que nuestro movimiento conservador—por la vida, la familia, la paz, los principios que han forjado la cultura occidental—debe regresar al corazón de México, llamaremos a todos los que como nosotros, creen en un México exitoso, libre, donde la fe, la tradición, no sean reliquias, sino guías, Somos México, México Republicano, Movimiento Viva México: cada una es un estandarte, en esta cruzada, sus asambleas, afiliaciones, gritos, son pasos hacia un México donde el conservadurismo resuene, en el Congreso, las urnas, las calles, hay resquicios: alianzas, movimientos locales, debates públicos, donde nuestras ideas echen raíz, no cederemos, rendirnos es dejar que Morena dicte un futuro sin nuestras raíces, recordemos que nuestra lucha es por un lugar en la política nacional, por un México donde nuestros valores no solo sobrevivan, sino que lideren.
No niego mis dudas, temo que Morena aplaste estas voces, que las puertas cerradas sean más que las abiertas, pero mi esperanza arde, cada asamblea de Somos México, cada afiliado de México Republicano, cada grito de Movimiento Viva México, es un paso en esta batalla, el verdadero fracaso sería quedarnos fuera, silenciados, como el PRD, que ya no es partido político, ¿y si el fracaso es solo una puerta que se cierra, para que otra se abra? Estas asociaciones gritan: “Creemos en algo, no nos rendimos.” En un México donde la política olvida sus raíces, eso es una promesa, de lucha.
No tengo respuestas claras, solo preguntas, una fe terca, en que lo que vale la pena no muere, me pregunto si Somos México, México Republicano, Movimiento Viva México, abrirán las puertas para que el movimiento conservador conquiste su lugar en la política nacional, si nuestra voz, por la vida, la familia, la paz, desafiará a Morena, forjará un México exitoso, libre, creo que sí, no porque el camino sea fácil, sino porque llevamos en el alma la certeza de que nuestros valores—familia, fe, patria—merecen liderar.
Si las puertas se cierran, las abriremos por la fuerza, si todo falla, seguiremos adelante, porque el movimiento conservador no se rinde, hasta que su bandera ondee en la política nacional.