Hoy, nos encontramos en un momento crucial de nuestra historia, es un día que promete definir el rumbo de EEUU y como afectará al mundo en los próximos años, El 5 de noviembre de 2024 no es simplemente una fecha más en el calendario; es el día en que los estadounidenses tendrán la oportunidad de ejercer su derecho fundamental, el derecho al voto y de elegir a sus líderes.
Mientras en el resto del mundo nos preparamos para tomar decisiones sobre el futuro de nuestros hijos y nuestras comunidades, quiero hablarles desde el corazón y compartir mi visión sobre el camino que me gustaría que los estadounidenses siguieran.
Hoy, al ir a las urnas les recordaría que este proceso democrático requiere de sus voces y de su compromiso, no se trata solo de estadísticas y encuestas que giran en torno a un candidato u otro, sino de la integridad de su democracia y de los principios que han forjado su identidad como nación, es el momento en que todos ustedes deben levantarse y ser activos en la búsqueda del liderazgo que refleje sus valores compartidos.
Desde una perspectiva conservadora, creo que es esencial que recuerden los cimientos sobre los que se construyó su gran nación, la defensa de la responsabilidad personal, la importancia de la familia y la preservación de tradiciones son aspectos que se deben fomentar en el corazón de su futuro.
Las políticas que han defendido a lo largo de los años han demostrado ser efectivas para impulsar el crecimiento económico y proteger las libertades individuales no solo en Estados Unidos, también en gran parte del mundo. Ahora más que nunca, necesitamos un liderazgo que no solo escuche, sino que actúe con firmeza y compromiso en la promoción de estos principios tanto en su país como en el concierto de las naciones.
En este contexto, no podemos hablar de liderazgo sin mencionar la influencia y la visión del presidente Ronald Reagan, quien fue un símbolo de esperanza y un defensor apasionado de la libertad en todo el orbe, bajo su liderazgo, se sentaron las bases de unos Estados Unidos prósperos y seguros, donde el espíritu empresarial fue alentado y donde cada estadounidense tuvo la oportunidad de alcanzar el sueño americano, su compromiso con la seguridad nacional y su creencia en un gobierno limitado resonaron en millones de personas en todo el mundo y continúan siendo relevantes hoy en día en muchísimos países.
Donald Trump, como candidato, ha encarnado muchos de estos ideales reaganistas, al centrarse en revitalizar la manufactura estadounidense, reducir impuestos y proteger sus fronteras, busca restaurar el sentido de orgullo y fortaleza que Estados Unidos necesita como nación, aún así, esta perspectiva debe ser más amplia y profunda, deben reconocer que hay desafíos y diferencias en esa nación y que estas diferencias son parte de lo que son como estadounidenses.
Al observar a la otra candidata, Kamala Harris, es evidente que presenta una visión alternativa, aunque sus políticas y propuestas han sido rechazadas desde el ámbito conservador, es importante recordar que su voz también representa a millones de ciudadanos que buscan cambios; en todas las democracias, los diversos puntos de vista enriquecen el debate y la búsqueda de soluciones, escuchar a quienes difieren no debilita la posición de nadie, sino que la fortalece.
Por ello, hoy me gustaría que los estadounidenses voten con claridad y convicción, a que no solo busquen el camino que mejor resuene con sus creencias, sino que también sean conscientes de que el verdadero espíritu democrático depende de su nivel de compromiso con el proceso electoral, lo cual les permitirá devolver la confianza en la democracia, no solo para Estados Unidos, también en gran medida para el resto de las democracias mundo.
Este proceso electoral nunca se ha tratado de elegir un candidato para ganar; se trata de elegir un líder que tenga la capacidad de unir a ese hermoso mosaico que conforman todos los estadounidenses y el mundo democrático.
Así que, mientras se dirigen a las urnas, recuerden que el futuro de su nación se define por sus acciones hoy, que gane el mejor en estas elecciones no es solo un deseo; es una responsabilidad.
Que gane aquel que esté verdaderamente dispuesto a trabajar por la seguridad, la prosperidad y la libertad que todos merécemos.
Hoy tienen la oportunidad de enviar un mensaje claro: que son un pueblo que se preocupa por su futuro, un pueblo que valora la historia y los ideales que los han guiado hasta aquí y que estan decididos a elegir un líder que los represente plenamente.
Así que, elijan sabiamente, Que gane el mejor y que ese líder se comprometa a seguir construyendo un país donde la libertad florezca, las oportunidades sean abundantes y que todos puedan prosperar, siendo un verdadero ejemplo para todos nosotros en el resto del mundo que con entusiasmo y dedicación nos unamos en esta misma construcción para nuestros propios países.